Desde automóviles convencionales hasta vehículos especializados, esta es la gran oferta que se encuentran a través de subastas electrónicas, estas plataformas ofrecen una amplia gama de opciones, y la transparencia en el proceso de subasta, junto con la conveniencia de participar desde cualquier ubicación, lo que ha atraído a diversos compradores.
La competencia en estas subastas electrónicas fomenta precios competitivos y, a menudo, permite obtener vehículos a un costo más atractivo en comparación con las opciones tradicionales de compra. Según Martha Gómez, Gerente General de Subastas y Comercio, “los oferentes tienen la posibilidad de obtener descuentos significativos, llegando hasta el 50% en comparación con los precios del mercado, esta ventaja económica brinda oportunidades atractivas para quienes buscan adquirir un vehículo sin comprometer su presupuesto”.
Además, Así mismo, la empresaria destaca que se ha convertido una gran oportunidad de inversión, ya que tienden a perder menos valor gracias a su capacidad para conservar su valor por un período prolongado, esto se refleja en los resultados que ha logrado obtener la compañía, quién hoy está rebasando a los concesionarios subastando alrededor de 100 vehículos semanalmente y durante los últimos tres años han sumado más de 15 mil unidades subastadas en todo el país.
Sin embargo, esta forma de adquirir vehículos también ha dado lugar a una serie de mitos que a menudo nublan la percepción de los compradores y desentrañar estos mitos es crucial para que los consumidores tomen decisiones informadas. Por lo que, la empresaria desmiente algunos de los que son más comunes:
- Los vehículos en subastas electrónicas están siempre dañados o defectuosos: Contrario a la creencia popular, las subastas electrónicas ofrecen una amplia gama de vehículos en diversas condiciones. No todos los automóviles subastados están dañados; de hecho, muchos son usados en buen estado que simplemente han sido intercambiados por modelos más nuevos.
- Las subastas solo ofrecen vehículos viejos o en mal estado: Este mito carece de fundamento, ya que las subastas presentan una diversidad de vehículos, desde modelos recientes hasta clásicos bien conservados. Algunos simplemente han llegado a la subasta debido a actualizaciones de flotas o cambios en la propiedad.
- El proceso de compra es complicado: A medida que las subastas evolucionan, las plataformas en línea han simplificado significativamente el proceso. La información detallada sobre cada vehículo, junto con asistencia al cliente, está al alcance de los compradores, lo que hace que la experiencia sea más transparente y accesible.
- Los precios finales son siempre más altos que el valor de mercado: Aunque algunas subastas pueden generar ofertas competitivas, no siempre resultan en precios inflados. La competencia en las subastas electrónicas puede variar, y los compradores astutos pueden encontrar verdaderas gangas. Es esencial investigar el valor de mercado del vehículo antes de participar en la subasta y establecer un límite de oferta razonable.
- Menos kilómetros siempre significa mejor calidad: Aunque un bajo kilometraje a menudo sugiere un menor desgaste, no garantiza la calidad del vehículo, factores como el mantenimiento adecuado, las condiciones de conducción y el tiempo de inactividad también influyen en la salud general del automóvil. Un historial de mantenimiento sólido puede ser una opción más fiable incluso con más kilómetros.
Por último, Gómez afirma que desmitificar estas creencias erróneas es esencial para permitir a los consumidores aprovechar al máximo las oportunidades que ofrecen las subastas de vehículos usados.