En las últimas décadas, la construcción ha sido uno de los principales motores del desarrollo económico y la generación de empleo en el país. Actualmente, representa el 4,3% del PIB, genera 1.6 millones de empleos directos y demanda insumos de 36 sectores diferentes. Además, ha facilitado la entrada de maquinaria de última generación al país, esto se debe a que, al finalizar las obras, grandes compañías extranjeras deciden vender sus equipos para recuperar su inversión, creando así una oportunidad única para el mercado local, quienes hoy pueden adoptar tecnologías para mejorar la eficiencia, la seguridad y la sostenibilidad en las obras.
Este tipo de maquinaria cuenta con tecnología de emisiones reducidas, lo que se traduce en motores más eficientes y sistemas de tratamiento de gases de escape avanzados, minimizando su impacto ambiental. Además, ofrece un diseño ergonómico que mejora la comodidad y seguridad de los operadores, ya que las cabinas de estos equipos incluyen controles más intuitivos, asientos ajustables y sistemas de visibilidad mejorados, lo que permite reducir los riesgos de accidentes en el lugar de trabajo.
Así mismo, se pueden encontrar equipos autónomos y semiautónomos capaces de realizar tareas repetitivas de manera eficiente y segura. Esto no solo aumenta la productividad, sino que también disminuye la dependencia de la mano de obra humana en entornos potencialmente peligrosos.
Según Martha Gómez, Gerente General de Subastas y Comercio, una empresa colombiana con más de 20 años de experiencia en subastas en línea, comenta que el tipo de tecnología que viene con esta maquinaria normalmente sería muy costoso adquirirla. Sin embargo, hoy las pequeñas y medianas empresas (Pymes) en Colombia pueden obtenerla a través de las subastas a precios accesibles.
Estos compradores, que van desde pequeñas empresas de construcción, contratistas independientes, grandes corporaciones hasta empresas de alquiler de equipos y sectores gubernamentales, buscan maquinaria pesada a precios competitivos, por lo que hoy se están sumando al mundo de las subastas para ampliar sus flotas, reemplazar equipos antiguos o cumplir con requisitos específicos de proyectos.
Y es que los beneficios de adquirir maquinaria a través de subastas son significativos, destacando un notable ahorro en comparación con la compra de equipos nuevos. “Los compradores pueden obtener descuentos considerables, a veces hasta un 30% o más, lo que les permite expandir sus flotas o invertir en equipos de alta calidad a costos más bajos, aumentando así su rentabilidad y competitividad”, comenta Gómez.
La empresaria afirma que este auge le permitió al cierre del 2023 transar en esta categoría con 128 mil millones de pesos, un 5% más que el año anterior. Para finales de este año, la compañía proyecta un crecimiento significativo en ingresos relacionados con esta maquinaria, respaldado por una estrategia integral que incluye la expansión de su base de clientes y la optimización de procesos internos.
Además del ahorro financiero, las subastas ofrecen una amplia selección de equipos usados de diversas marcas y modelos, brindando a los compradores la oportunidad de encontrar exactamente lo que necesitan para sus operaciones a precios atractivos. Esto les permite modernizar sus flotas, incrementar su competitividad y contribuir al cuidado del medio ambiente, al extender la vida útil de los equipos, reducir la generación de residuos y optimizar el uso de recursos.
Cabe resaltar que, Subastas y Comercio hoy es una de las subastadoras con el portafolio más diversificado y no solo ofrece maquinaría amarilla sino que cuenta con vehículos, mobiliario y hasta chatarra, entre otros. Esta diversificación le ha permitido satisfacer las necesidades de una variedad de clientes y expandir su alcance en el mercado.